10 octubre 2010

AUGUSTO REYES Epicur Coffee Break

Después de una intensa mañana poniendo a prueba por tierras vallisoletanas el potente motor del Jaguar XF -que hizo las delicias de todos los asistentes al evento- y de haber disfrutado de un copioso y placentero aperitivo en la terraza jardín del Hotel Balneario Palacio de Las Salinas de Medina del Campo, pudimos degustar, como primer cigarro del día, previo al almuerzo que nos sirvieron en el pucelano Hotel AC Santa Ana, un Augusto Reyes Epicur Coffee Break, cigarro de vitola “perfecto” de 101 mm. con cepo 44 en el centro del mismo, ya que este formato presenta un estrechamiento del anillo en el pie del cigarro.

Los cigarros Augusto Reyes se presentaron en el mercado internacional en julio del año 2006, obteniendo excelentes puntuaciones en publicaciones especializadas. Con esta marca, la familia Reyes, con ciento cincuenta años de tradición en el tabaco, tiene la convicción de ofrecer al consumidor una liga capaz de complacer al más exigente de los paladares. La principal característica de estos cigarros es su grado de añejamiento, lo que permite que el tabaco sea de más riqueza en la fumada, con más aroma y un gran equilibrio.

El cigarro que nos ocupa es elegante y sofisticado, con una bonita capa de semilla Piloto Cubano cultivada en Ecuador, de color tostado, suave, fina, poco venosa y bien torcida, oculta casi un tercio de la misma bajo una atractiva y moderna anilla en color azul. El capote y la tripa son Dominicanos pero con mismo tipo de semilla. El bouquet antes de encender es herbáceo y perfumado, las primeras bocanadas muy sabrosas e intensas, y con una persistencia de aromas torrefactos y especiados que asombró a los presentes, ya que en apariencia -por su color y tamaño -el cigarro se prevé suave.

El objetivo que persiguió el fabricante con este pequeño cigarro fue obtener una fumada relativamente corta, de una media hora aproximadamente, pero rica e intensa, quizá ideal para obtener el máximo placer de un buen tabaco mientras tomamos un café -como propiamente indica su nombre- a media mañana, a media tarde o en medio de un sabroso aperitivo para ir abriendo el apetito. Justo lo que nos sucedió a nosotros: que se nos hacia la boca agua con las viandas que nos comenzaban a servir en la mesa.

* Artículo publicado en la Revista "La Boutique del Fumador" de Octubre del Club de Fumadores por la Tolerancia

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