21 julio 2009

PARTAGAS Serie D Nº 4


La verdad, guardaba un fantástico recuerdo de este cigarro. Recuerdo que la anterior vez que lo encendí me encontraba en Stade, una pequeña localidad del norte de Alemania, cerca de Hamburgo. Tuve la suerte de que me hicieron un upgrade en el hotel a una suite de la ultima planta, por lo que cerré la puerta del dormitorio (no me gusta dormir en una habitación llena de humo), abrí un poco la ventana para que entrara el gelido aire invernal y disfruté de uno de los mejores cigarros que he fumado. Lo recuerdo con mucho caracter, intenso aunque no por ello carente de una gran variedad de aromas.

Por todo esto, mi decepción en esta ocasion fue enorme. Me pasé toda la fumada aspirando compulsivamente para obtener apenas un hilillo de humo en cada chupada. En algunas ocasiones esto me valió el premio de unos minutos de buena fumada, pero no esta vez. De principio a fin se consumieron mis esperanzas sin poder siquiera paladear el extraordinario sabor que sabía que este cigarro contiene. Frustrado y vencido, me retiré a descansar con los pies helados (las noches leonesas son frescas incluso en Julio) y con ganas de revancha. "Mañana probaré un gran puro para desquitarme", pense.

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