07 abril 2013

QUESADA OKTOBERFEST KAISER LUDWIG



El rey Luis I de Baviera, llamado Kaiser Ludwig, celebró su boda con la princesa Teresa de Baviera en el marco de una carrera de caballos, el 12 de octubre de 1810. La bebida "oficial" del evento fue, como no podía ser de otro modo, la cerveza. Y se bebieron ingentes litros de la misma. Tan memorable fue aquel suceso que la fiesta se repitió cada año, bautizándola como "la fiesta de octubre de la cerveza", que se celebra a comienzos de otoño, en el mes de octubre, de ahí su nombre Oktoberfest, en algunas zonas de Alemania, como Münich. Aunque luego existen otros nombres de similares fiestas en otras zonas del país germano.

A los jóvenes de la Q-5 de Quesada se les ocurrió en el año 2011, sacar una serie limitada para conmemorar esta fiesta, muy celebrada en EEUU, el principal mercado de las grandes familias tabaqueras de Centroamérica. Había un problema: por lo general los puros no ganan al acompañarlos con cerveza. Y en este caso huelga decir que... ¡era imprescindible! La creatividad de estos jóvenes tabaqueros -Raquel y Patricia, Esther, Hostos y Terence-, amaestrados por el gran Manuel Quesada, se puso en marcha de nuevo hasta dar con esta liga, que marida a la perfección con las cervezas alemanas de trigo, con cuerpo y algo dulzonas.  

En EEUU, igual que en Alemania, hay mucha tradición cervecera y está edición de Oktoberfest ha sido un rotundo éxito porque te permite degustar un grandísimo cigarro, ensalzándolo más aún con la cerveza con la que la acompañas. En mí caso ahora mismo con una Einsiedler, riquísima, que descubrí hace apenas un par de meses en una evento-cata que organizó también con gran creatividad la genial estanquera de Bilbao, Maribel González. En aquella agradable tarde coincidí con el responsable de la empresa importadora en España de está firma alemana, Luis Olabarría. Fue un placer para mí conocer más detalles acerca de la elaboración de este tipo de cervezas de boca de un gran conocedor como él. A mí me encantó su cerveza. Y creo que a él le gustó mucho "mí" Quesada Oktoberfest Kaiser. Gracias, Maribel, por haber hecho posible este simpático maridaje.

Todos juntos en la caja, decorada en el frontal con dos jarras de cerveza para que quede bien patente, parecen, por su tonalidad perfectamente uniforme, teclas negras de un piano de cola pero todas juntas, o tabletas alargadas de chocolate, dado su forma cuadrada o casi diríamos rectangular. En España son aún pocas marcas las que han llegado con esta forma y el consumidor se está empezando a familiarizar ahora con ella. En EEUU ya desde hace unos cuántos lustros se puso de moda este "box pressed", aunque la mayor parte se ellos no están determinados por su empaque en la caja como indica esta expresión en inglés, sino por el paso, una vez rolado el cigarro por una prensa destinada a conferirle esta forma. Y hoy en día, prácticamente todas las marcas premium de prestigio tienen algún "cuadrado" entre su vitolario. Le confiere un aspecto elegante al cigarro, propio de la nobleza. Y sujetarlo entre los dedos añade un complemento de distinción. Además resulta cómodo. Y sujetarlo entre los dientes resulta más fácil porque... como me dijo el gran estanquero Pepe Magallanes "las bocas no son redondas, y las dentaduras menos".

Se nota que la capa es gruesa, con sustrato, lo que se evidenciará en una combustión lenta y reposada, pero muy agradable al tacto y especialmente aceitosa. La ceniza será gris casi plateada y con gran resistencia a caer en manos de la teoría de la gravedad. Los tabacos que componen esta curiosa liga son: capa dominicana semilla crillo del Valle del Cibao, capote  dominicano y la tripa contiene ligeros y visos de Olor Dominicano. Todos ellos tabacos viejos, añejados un promedio de cinco años.

La fortaleza que deja sentir el humo del Kaiser -por cierto, muy denso y carnoso- en nariz es media/alta, aunque en boca no pase de media, pero muy untoso, con un sabor muy penetrante y persistente. El sabor entre amargo y dulce del Quesada Oktoberfest compensa muy bien el amargor propio de la cerveza y realza los toques dulzones que suelen ser comunes en las cervezas alemanas. En el primer tercio más dulzón, con trazas de cuero. En el segundo más amargo, con toques a madera, fruto del envejecimiento de las hojas y algunas apariciones veladas de regaliz en algunas caladas. Y en el tercero más especiado, con toques de pimienta negra.

Un rotundo acierto de los Quesada esta serie limitada que se ha convertido ya en un clásico muy esperado año tras año. Ya sabíamos, y lo teníamos comprobado, que un buen cigarro acompañado de un idem güisky, ron, brandy, coñac, armañac, oporto o incluso un vino tinto, es una delicia. Lo que no sabíamos es que podría serlo también con una buena cerveza. Y ahora también lo hemos comprobado gracias al Quesada Oktoberfest Kaiser. Ya queda menos para el próximo octubre. Esperamos con ansia la próxima edición de este magnífico cigarro.


14 octubre 2012

QUESADA Q D'Etat Molotov

El cigarro del que voy a hablar en esta ocasión es de reciente aterrizaje en nuestro país. Tan reciente que fue el pasado lunes cuando llegaron, procedentes de la fábrica Matasa, propiedad de la familia Quesada, una de las familias tabaqueras con más solera en la industria y con reconocido prestigio internacional. Después del éxito cosechado en EE.UU. a raíz de su presentación en el Festival del Cigarro Dominicano Procigar del pasado mes de febrero, la importadora española de cigarros premium Tabaqueros del Caribe brinda a los fumadores españoles la posibilidad de disfrutar de esta línea de cigarros Q D'Etat. Además, su desembarco ha coincidido con la presencia en España del tabaquero y patriarca de la familia, Manuel Quesada, quien ha tenido la oportunidad de compartir eventos y fumadas con estanqueros y consumidores de buena parte de nuestra geografía.
 
Esta línea de cigarros tiene nombres con motivos bélicos: Molotov, Howitzer y Daga. La génesis de la idea la encontramos en el apoyo que "los jóvenes de la Q-5" (expresión que utiliza Manuel Quesada para referirse a la quinta generación de esta familia, formada por sus hijas Raquel y Patricia Quesada y sus sobrinos Esther, Hostos y Terence) quisieron prestar a la asociación civil Cigar Rights of America, surgida en EE.UU. para defender los derechos de los fumadores mediante iniciativas ante las instituciones norteamericanas, tanto a nivel municipal, como en los Estados y también a nivel federal. El concepto “Q D'Etat”, que en francés se traduciría como “golpe de Estado”, viene a ser un paralelismo con la situación que vivimos los fumadores de muchos países, donde se han recortado nuestros derechos imponiendose prohibiciones exageradas e injustas, donde cada vez los impuestos al tabaco son más abusivos y donde se plantea seguir diseñando leyes que no favorecen ni el libre comercio ni el legítimo deseo de las marcas tabaqueras a darse a conocer mediante publicidad en los medios de comunicación e incluso ni en el mismo punto de venta. Una doble moral, en el sentido de que lo que se denosta y prohibe, el tabaco, es origen de cuantiosas recaudaciones fiscales por parte de los estados. Pues es como si, cada vez que una iniciativa de este corte se aprueba, dieran en el blanco de los fumadores.
De ahí los tres formatos de los que consta esta serie limitada de cigarros:
- Molotov: pretende recordar a la bomba de fabricación casera que los finlandeses lanzaron contra los rusos en la II Guerra Mundial después de que el General Viacheslav Mólotov comunicara por radio al pueblo de Finlandia que el ejército ruso no estaba bombardeando, sino enviando alimentos. Sarcásticamente, el ejército finlandés declaró que si «Mólotov ponía la comida, ellos pondrían los cócteles», que comenzaron a llamar "cócteles de Molotov".
- Howitzer: era el cañón obús de 105mm. utilizado por los veteranos del ejército estadounidense en la II Guerra Mundial. De ahí las enormes proporciones de este cigarro, de 6 x 60 pulgadas.
- Daga: es el último cigarro lanzado al mercado de esta serie, un salomón estilizado con tres cepos también, que pretende poner a la industria en alerta frente a las posibles próximas medidas antitabaco que se puedan derivar del resultado de las ya cercanas elecciones presidenciales en EE.UU., que vendrían a ser como una estocada sobre los derechos de los fumadores.
De los tres formatos, el elegido hoy es el primero que salió al mercado, el Molotov, cuya forma figurada es francamente original, con una silueta que recuerda a una botella (la del coctel) con la boca rematada en forma de mecha de la bomba. El cigarro tiene tres cepos distintos: en el pie 44, en el bulbo de la botella 58 y en la boca 38, los tres puntos de inflexión de una fumada que evolucionará sin duda, pasando por tres momentos bien definidos y diferentes en sabor y sensaciones. Tiene la tradicional anilla de Quesada con la Q espigada aprovechándola para dibujar una hoja de tabaco con su contorno y otra banda adicional con unas llamas de fuego y la inscripción “Molotov”.
 
Nada más cortarle la “mecha”, en frío, ya deja sentir su aroma guerrero. El tiro, a pesar de su extraño formato, es fabuloso. La ceniza gris tirando a blanca y la combustión buena aunque quizá sea necesario practicarle algún retoque al llegar a la parte más ancha del arma para que la capa se pueda homogeneizar en la quemada. El sabor es muy peculiar. Levemente especiado al principio, sutilmente picante diría yo, como sí el humo contuviera la aguja fina de un buen espumoso. En el segundo tercio, ya cuando el cuello de la botella ha pasado y el bulbo (el cepo más grueso) se ha abierto, crece un deje ahumado y salino al fondo de paladar.  
Al contrario de lo que su nombre pudiera sugerir es un cigarro que da la batalla en el sabor, en las sensaciones que trasmite, en su fuerte personalidad, pero que no dispara excesiva fortaleza ni humea aromas desmesuradamente apabullantes. Fortaleza media a media alta en el segundo tercio, sobre todo si pasamos el humo por la nariz, que es donde realmente se detecta el impacto de fuerza de un cigarro.
El último tercio siempre me parece delicioso. Es el que más me gusta de los tres, aunque sea el que dura menos. Porque se concentran los sabores en un cañón más pequeño, cuando de nuevo se cierra el bulbo y se concentran más los aromas. La aguja del principio va dejando paso a un dulzor contenido, manteniendo una base ahumada, siendo ahora el humo más cremoso y con menos especia.
Sorprende además que este cigarro, con impacto y gran aporte de sabor y aroma, esté ligado con tabaco 100% dominicano: capa Habana Vuelta Arriba, capote Campo 2007 y tripa de Criollo 98 todas sembradas en República Dominicana. Y digo que sorprende porque aún circula entre los fumadores de puros -aunque por suerte cada vez menos- uno de esos  mitos o clichés: el de que los puros dominicanos son suaves en fortalezas y planos en sabores. Pues he aquí un ejemplo de que, hoy en día, es… sólo un mito.
Un disfrute de cigarro, ligado de nuevo por los Q5, la quinta generación de la familia, los jóvenes, como le gusta decir al maestro Manuel Quesada. Es una de las muchas cosas que me gustan y admiro de esta querida familia: el arte de crear ligas nuevas, de ingeniar cigarros para satisfacer al fumador de puros Premium mediante todos los sentidos implicados en la degustación de un cigarro (vista, aroma, tacto y sabor), y su capacidad de comunicar su pasión por el mundo del puro con un marketing directo, positivo, imaginativo y familiar. 
Muchas gracias, familia Quesada, por esta iniciativa, que pretende apoyar a aquellos que nos defienden, aunque sea desde el otro lado del “charco”. Desde aquí hago extensible su apoyo a las organizaciones que, de manera similar, lo intentan hacer en nuestro país. Ojalá a partir de ahora, el Q D’Etat tabaquero esté cumplido.

12 julio 2012

HOYO DE MONTERREY Edición Limitada 2011


Lo tenía en mi humidor desde que llegaron las primeras cajas a España. Fue obsequio de uno de esos queridos estanqueros con los que de vez en cuando comparto un café y una fumada. Y hoy, después de comer, en la bendita portalina de la casa de campo del pueblo leonés donde estoy descansando unos días con la familia, me he decidido a "quemarlo".

Lo primero que me sorprende muy gratamente es la capa: muy bien torcida, cuidada y con un color bastante más oscuro que las capas que suelen exhibir la mayoría de los habanos. Se trata de una pequeña pirámide que no pasará de un 48 de cepo siendo generosos.

Muy amable en sabores desde el comienzo, fortaleza suave, nada cargante en paladar, sino que por lo contrario lo deja muy limpio después de exhalar el humo, de sabor muy fresco, con un toque dulzón y evidencias de una muy buena fermentación, ya que no hay rastros químicos en él. Toques apimentados y cuero a partir de la mitad. Combustión y tiros excelentes, lo que es muy de agradecer, ya que no suele ser una de las virtudes de los cigarros habanos.

En mi opinión un muy buen cigarro, que si bien es verdad que no es el summun de la explosión de sabores, sí me parece una labor muy cuidada y ciertamente interesante. El problema es que el precio... sigue siendo elevado para los tiempos que corren y máxime aún ahora que podemos encontrar marcas excelentes en casas dominicanas o nicaragüenses. Pero obviando eso y valorando el cigarro en concreto, una gran fumada.

12 junio 2012

KRISTOFF SUMATRA Robusto


Kristoff es una marca de cigarros Premium presente en España ya desde hace casi cinco años, propiedad del norteamericano Glen Case y elaborada en la República Dominicana bajo la dirección del maestro ligador de origen cubano Rolando Villamil. 

La caja y el aspecto externo del cigarro quieren recordar la presentación típica cubana antes de la revolución, cuando los puros se embarcaban en el puerto de La Habana metidos en barriles, cuyas paredes se forraban con los restos de las hojas de tabaco (rezagos) utilizados en su manufactura, para que el vai-ven de la mar no dañara los cigarros y éstos se remataban en rabo de cochino y la capa se dejaba sin guillotinar. De ahí la leyenda escrita en la anilla, que dice: “Elite Cuban Taste”.

La composición del cigarro, con cuatro años de añejamiento en todas sus hojas, es la siguiente: capa semilla Sumatra cultivada en Ecuador, capote de Brasil y tripa Piloto Cubano República Dominicana y Nicaragua. La capa es de tono colorado oscuro, más aceitosa si cabe que la de la serie Original Criollo (anilla marrón), incluso grasienta, y muy aromática antes de encender. La anilla de esta serie Sumatra es de un color rojo agranatado muy atractiva.

El primer tercio es muy elegante, con un fondo dulzón pero sobretodo terroso. En el segundo tercio abundan matices tostados y especias en retrogusto. Y el final es más amargo. El tiro y la combustión son sensacionales, la ceniza gris blanquecina muy consistente y la fortaleza media durante toda la fumada.

Sólo añadiré una cosa más: si lo probáis, fijaos cómo a medida que se quema la capa salen los aceites esenciales de la hoja y se forma otro anillo oscuro muy fino al lado del de combustión de color negro… Es una evidencia de la excelente capa que ha seleccionado el tabaquero para este cigarro.

03 junio 2012

SAINT LUIS REY Regios

Hoy, sábado noche, mi esposa y yo hemos conseguido que los niños se duerman relativamente pronto y hemos decidido obsequiarnos a nosotros mismos con una copita de ron Diplomático Reserva (yo) y con un chupito de crema asturiana de orujo El Norteño (ella), de las que compro en nuestras visitas a mi querida Ribadesella, mientras escuchamos un poco de música en el salón de casa.

He encendido un Saint Luis Rey en su vitola Regios, cigarro con el que me obsequió un querido amigo estanquero del centro de Barcelona, y tras veinte minutos de fumada he creído justo escribir este breve artículo para cantar las alabanzas de un cigarro que me está sorprendiendo desde el comienzo. Sinceramente hacía tiempo que un habano no me regalaba unas notas de fumada tan ricas y constantes como este, y os aseguro que los fumo con frecuencia. Y además me parece reseñable que no se trate de una marca con mucho presupuesto de marketing tras ella, ni de una edición limitada, ni especial ni regional. Todo lo contrario: esta marca es una de las más desconocidas y menos vendidas del portfolio de habanos en España, al contrario que en Francia, país en el que esta marca es bastante relevante.

La construcción del cigarro es estupenda, la capa carmelita casi maduro (más oscura que las habituales capas de los cigarros cubanos de producción continua), la combustión perfecta (lo que tampoco es habitual en los cigarros procedentes de esta isla) y el tiro espectacularmente correcto (menos habitual todavía). El impacto del cigarro en boca inicialmente es casi suave, finalizando en medio, aunque pasando el humo por nariz notamos claramente una fortaleza alta con dejes pimentosos. Los sabores en paladar son refinados, tostados y con notas a incienso y aromas muy perfumados. El final elegante y nada cargante, muy limpio en boca.

Ciertamente una labor que ha pasado sin pena ni gloria por el mercado español y que, dado el precio que tiene, que no es que sea barato, pero sí bastante contenido si lo comparamos con vitolas parecidas de marcas más mediáticas, en mi opinión debería haberse valorado mejor. Una agradable sorpresa para terminar un sábado muy familiar y de descanso tras mi periplo por tierras galegas, del que ya dejé constancia en mi anterior cata sobre el gran Kristoff Ligero Maduro.

31 mayo 2012

KRISTOFF LIGERO MADURO Robusto


Queridos amigos: escribo este artículo desde el incomparable marco de la Plaza del Obradoiro, en Santiago de Compostela, ciudad medieval donde las haya, meta del legendario Camino de Santiago, pueblo de la cultura, el estudio, la tuna y la empanada, lugar de reposo del Apóstol Santiago, que viajó a España a predicar el Evangelio de Jesús, mi patrón y el de nuestra querida España. 

Y es que no he podido evitar hacerlo mientras degustaba este cigarro, recién llegado a nuestra tierra hace apenas dos meses, a petición de nuestro amigo Rosendo Badía, nombrado "embajador oficial de Kristoff en Cataluña", de Joan López, estanquero de Palafrugell y de Miguel Estévez, estanquero de la ciudad en la que me encuentro y gerente del Club de Puros Bonche, donde mañana disfrutaremos de una agradable sobremesa catando este mismo cigarro.

La liga es la siguiente: capa Brasil madura; capote semilla cubana de República Dominicana; y tripa también semilla cubana de Dominicana y de Nicaragua. Capa tono color chocolate con alto gramaje de cacao, como le gusta a mi padre, brillante, aceitosa y gruesa. Nada más tomarlo en la mano destaca el gran peso del cigarro, que se nota compacto y lleno de tabaco. 

El aroma previo al encendido es fuerte, distinto a todo los puros que he olido hasta ahora, muy original, como si entráramos en una tienda especializada en chupas de cuero para conductores de Harleys. Sin embargo, una vez encendido, inicia su andanza sin estridencias, con notas especiadas muy tenues, hasta que en el segundo tercio comienza a desplegar sabores dulzones que recuerdan a pasas sultanas. La fortaleza se mantiene media en boca pero alta en nariz, donde se perciben aromas especiadas a canela. La combustión es lenta, debido al elevado peso del tabaco que contiene, la ceniza blanca y el tiro muy correcto.

Para mi gusto la línea más completa y equilibrada de todos los Kristoff con los que contamos en España. Si os animáis a probarlo, buscadlo con paciencia, o si queréis poneos en contacto conmigo y os digo dónde encontrarlo. La producción es escasa. Un lujo ver cómo lo fabrican en Charles Fairmon en Santiago de los Caballeros, un lujo tenerlo ya entre nosotros y más lujo todavía poder compartirlo con amigos como los que antes he mencionado.

21 marzo 2012

“DOMINICANA… ¡VIVA EL TABACO!”

Es una evidencia que vivimos tiempos de dificultades en torno al sector del tabaco causados, entre otros motivos, por las numerosas prohibiciones que acechan a los fumadores y que no se lo ponen nada fácil para disfrutar de uno de los mayores placeres de la vida, como es el de degustar un buen cigarro puro acompañado de un fino licor, en soledad o en torno a una buena conversación. Placer éste muy relacionado con el mundo gourmet, la buena gastronomía, los buenos vinos y una larga y animada sobremesa, rasgos distintivos de nuestra cultura española. Cultura en la cual, hasta hace muy poco, la costumbre popular dictaba que cualquier evento  debía finalizar con el consabido “café, copa y puro”. Es pues una satisfacción que existan hoy en día buenos fumadores de puros que tengan la curiosidad de conocer de primera mano las fábricas donde se elaboran algunas de las marcas de cigarros que consumen en España, así como los tabaqueros que dan vida a esos buenos humos.


Los socios de “Vitola’s Club Privat” de fumadores de puros, afincado en la bella población gerundense de Palafrugell, en la Costa Brava, tuvieron la oportunidad de vivir una inolvidable semana tabaquera en República Dominicana. A la cabeza del grupo marchaban los estanqueros Joan López y su esposa Serafina Barris, propietarios del Estanc del Mercat, expendeduría nº3 de dicha población, galardonada con el premio a la mejor cava de puros de nuestro país en el año 2011. Como padrinos del grupo viajaron también Adolfo Otaola, Director General de Tabaqueros del Caribe S.L., empresa que importa a España, entre otras, algunas de las marcas que se elaboran en las fábricas visitadas, como Quesada y Kristoff, acompañado de su esposa Mª Ángeles Mut, y de quien estas líneas escribe.

La primera cita la tuvimos en las vegas de tabaco que el acreditado cosechero Leo Reyes posee en la región de Navarrete. De su mano pudimos recorrer las plantaciones y visitar las casas de secado mientras recibíamos una extensa explicación de todos los procesos de la preindustria.

Posteriormente fuimos recibidos, y dispensados con toda clase de atenciones, por la familia Quesada en su nueva fábrica de Matasa. Acompañados del patriarca de la familia, de origen cubano, Manuel Quesada, de sus hijas Raquel y Patricia, quinta generación de una de las familias tabaqueras más prestigiosas del sector, y sus sobrinos Esther, Hostos y Blondy, conocimos de primera mano todas las instalaciones de la preciosa fábrica situada en la zona de Licey, en la capital tabaquera de la isla. Posteriormente el maestro Manuel Quesada nos deleitó con un seminario magistral acerca del tabaco, su cultivo y los procesos para la elaboración de los cigarros Premium, mientras degustábamos un Quesada España.

En la próxima visita nos esperaba Albert Monserrat, español de origen catalán, para mostrarnos Cigar Rings, empresa que diseña e imprime las anillas de muchas de las grandes marcas de cigarros en el mercado internacional. Otra de las visitas que entusiasmó al grupo fue la realizada a la fábrica Charles Fairmon, que da vida a los cigarros Kristoff, en la que fuimos guiados por el reconocido tabaquero Rolando Villamil y por el propietario de la marca, Glen Case.

Los últimos días de esta cálida y amigable estancia en República Dominicana los dedicamos al descanso en la Playa del Portillo, en la península de Samaná, al noreste de la isla, donde pudimos deleitarnos, ya con más calma, y piña colada o mojito en mano, de todas las series de cigarros con las que fuimos obsequiados durante nuestra estancia con los tabaqueros.

Hay que estar allí para valorar los cigarros como aquel anónimo que dijo: “fumar cigarrillos es humano, fumar puros es divino“. Hay que estar en la tierra, en las vegas, entre las plantas de tabaco, en las casas de secado, en el cuarto de fermentación, entre cujes y pilones, burros y sacas, ver la selección de hojas para tripa, capote y capa, hay que visitar la sala de despalillado, la de añejamiento y almacén, hay que ver cómo el rolero, con la habilidad de sus manos, arma el bonche o tirulo que pasará un tiempo en la prensa para adecuarse al cepo necesario, y finalmente ensimismarse con el espectáculo del encapado, magia a través de la cual, con unos toques de infinita sutileza y elegancia el maestro coloca la capa y la perilla al cigarro, dejándolo listo, previo paso por la sala de reposo, para el futuro deleite de nuestros sentidos. Todo esto, de una manera resumida, es lo que ocurre para que podamos disfrutar de uno de los grandes placeres de la vida: degustar un buen cigarro, haciendo gala de la famosa frase de Mark Twain: “No soy esclavo de un vicio, sino dueño de un placer”.  

Veo un humo denso, blanco, atractivo y espeso, que dibuja en la habitación una fina niebla que envuelve de magia y misterio estos momentos, en los que si cierro los ojos puedo perfectamente transportarme al mundo de los sueños, del tabaco y del ron, donde una extraña ingravidez te inunda mientras disfrutas de cada rincón de este fantástico país caribeño. Al abrir los ojos, me doy cuenta de que ya no estoy allí, pero estoy seguro de que cada vez que encienda un ejemplar de Quesada o de Kristoff, podré revivir aquel inolvidable viaje del que es imposible regresar sin decir… “¡Viva el tabaco!”.


* Artículo publicado en la Revista "La Boutique del Fumador" de Marzo 2012 del Club de Fumadores por la Tolerancia

12 marzo 2012

SIGUEME EN Twitter @jaimedejuana

Queridos amigos y lectores:

En primer lugar, me gustaría pediros disculpas por la escasa actividad que ha tenido este humilde blog en los últimos meses. Por diversas razones, unas familiares, que me ocupan más tiempo que antes y otras profesionales, que muchas veces me sobrepasan, no he podido atender este nuestro espacio de reflexiones y experiencias en torno al cigarro como lo venía haciendo meses anteriores.

Por esta razón, aprovechando el desarrollo de las nuevas tecnologías y el despunte de las redes sociales, he decidido incluir en el margen derecho del blog un cuadro de mi cuenta de Twitter, donde a partir de ahora podréis ver mis experiencias sobre fumadas y cigarros, con la brevedad y concisión que esta aplicación exige. Pero precisamente por esta razón seré capaz de compartir con vosotros comentarios con mayor asiduidad. Y esto no significa que abandone las entradas habituales en el blog: las seguiré redactando, pero reservándolas para las marcas, vitolas o referencias que supongan realmente una novedad, un plus, dignas de ser tenidas en cuenta y puestas a disposición de vuestra preciosa atención.

Por eso, si deseáis seguirme en Twitter, me tenéis a vuestra disposición en @jaimedejuana. Y si no tenéis cuenta en esta red, podéis seguirlo haciendo en el mismo blog, localizando los post en la parte derecha del mismo.

Muchísimas gracias por vuestro apoyo. Felices humos.

15 agosto 2011

CASA MAGNA Gran Lancero

A primeros del pasado mes de junio, coincidiendo con el final de un breve periplo profesional que me llevó por tierras asturianas, tuve la oportunidad de disfrutar de una apacible tarde-noche en el querido pueblo asturiano de Ribadesella. Alojado en un conocido hotel ubicado en el mismo paseo marítimo de la playa de Santa Marina, después de acomodar la maleta y asearme un poco, inicié un paseo de aproximadamente tres kilómetros (entre ida y vuelta), no sin antes elegir un cigarro muy especial, para una ocasión también muy especial. Y es que un paseo tranquilo por esta querida población es una de las cosas que más me pueden gustar en la vida.

La elección recayó en el Casa Magna Lancero Largo, una de las vitolas que componen la Caja del Emperador, edición especial lanzada, hace casi un año, por la marca propiedad del tabaquero Manuel Quesada y fabricada en Nicaragua (con tabaco de Estelí, Jalapa y Condegas) por Néstor Plasencia. Tremendo cigarro, de formato algo demodé, pero muy apreciado por los fumadores más experimentados. Solamente sacarlo de su funda protectora, el llamado celofán (que es vegetal, no plástico), te hace sentir un caballero de la edad media desenvainando una espada, ya que se trata de un lancero bastante más largo de lo normal, que desprende un bouquet espectacular e intenso a madera vieja. Terminado en rabo de cochino, con una capa tan aceitosa que yo la consideraría hasta grasienta. Sólo un par de roleros de la fábrica están dedicados a torcer este formato. Pues enhorabuena a los dos. Por cierto, formato elaborado para el consumo privado de ambos tabaqueros antes de que saliera al mercado.

Una vez guillotinada la cabeza de la lanza podemos percibir un aroma riquísimo al aspirar en frío: café, moka… El sabor, ya prendido el cigarro es el representativo de la marca, pero muy perfumado y fresco. Y antes de seguir… ¡una bendición especial por el espectacular tiro del cigarro!, algo no muy normal en este tipo de vitolas tan largas y delgadas. El Lancero comienza suave, como el paseo que comienzo, acompañado con la música y voces del dueto Cidia y Dan, una pareja de brasileños que versionan grandes éxitos de pop internacional y cantan también sus propias canciones románticas. El tiro sigue siendo perfecto, la ceniza gris más bien blanquecina y una fortaleza media que finalizará en media-alta.

El primer tercio nos regala sabrosas bocanadas, con recuerdos de fruta madura e incluso caramelo, con una personalidad tan relevante como las olas que comienzan a encresparse mar adentro pero luego caen sin virulencia poco antes de llegar a la arena. A la altura del Puente del Sella, que nos permiten cruza la ría, afloran aromas muy especiados e incluso florales, que se ven perfectamente enmarcados por los bellos jardines de los espectaculares palacetes de indianos que se erigen a lo largo del paseo, siendo los más representativos el Palacio de los Marqueses de Argüelles, el Villa Rosario (hoy convertido en hotel) o el de Antero Prieto (posteriormente Uría Aza).

El segundo tercio (y eso que la longitud del cigarro casi se merecería dividirlo en cuartro partes) es mucho más terroso y amaderado, de sabor antiguo, lo que evidencia sus magníficos cinco años de añejamiento, en perfecto maridaje con el saborcillo antiguo del casco histórico del pueblo.

El tercer tercio es largo, casi interminable, cafetero, dulzón, profundo y reconfortante, pero se hace corto, aunque hayan pasado dos horas desde que iniciamos este adorado recorrido por mi querida y hermosa villa, que acoge la desembocadura, la llegada al mar Cantábrico del río que lleva su nombre, Riba-deSella. Una villa con la belleza por bandera, de alegría en sus costumbres y vida sosegada, con un clima de sorpresa, de la caricia del viento y el arrumaco del sol, de mañanas coloridas, unas tardes que embelesan y unas noches mágicas, una villa de fresca fragancia y suculenta gastronomía, de excelso paisaje y pintorescos caminos, de preciosa arquitectura, imponente playa y fascinante paseo marítimo. Villa de acogedora plaza, con el Sagrado Corazón de brazos abiertos en lo alto de la iglesia, villa que recibe al visitante y da de lo que tiene, pueblo ilustre y gentil, noble y afable, balcón del Cantábrico, orquesta de las olas, puesta de sol eterna desde La Guía.

Ningún lugar mejor para degustar de nuevo este cigarro que en la asturtierra que vio nacer, hace varias generaciones, a los antepasados de la familia Quesada. Se fabricaron únicamente quinientas cajas de esta edición, destinadas únicamente al mercado estadounidense y al español. El texto que se utilizó en aquella magnífica y humeante gala celebrada en un conocido y elegante restaurante madrileño, y que propició que ambos genios tabaqueros viajaran a la madre patria para presentar dicha novedad, rezaba así:

“Está contemplando usted la réplica exacta de un humilde pedazo de historia. En el siglo XIX era costumbre extendida entre los tabaqueros cubanos originarios de la vieja Europa y fabricantes de marcas de prestigio, obsequiar a los buenos fumadores con un exclusivo humidor que guardaba dentro de sí una selección de sus mejores vitolas. Estos cigarros eran especialmente elaborados con selectas hojas de tabaco de las más finas vegas. Dichas cajas se convirtieron, con el paso del tiempo, en la tarjeta de presentación de los mejores tabaqueros, ya que se trataba de piezas realmente valoradas por los amantes de un buen cigarro y, a su vez, artículos codiciados por los más ávidos coleccionistas. Casa Magna, en su constante empeño por satisfacer a sus clientes con lo mejor de su cava, ha querido recuperar esta tradición. Tiene usted en sus manos una fiel reproducción de los humidores con los que fue obsequiado Francisco José I, Emperador de Austria, en el que se haya una selección de cinco vitolas de alta regalía de la marca: Robustos, Toritos, Perfectos, Diademas y los destacados Lanceros, fabricados especialmente para esta ocasión por ser los favoritos del Emperador.

Cada una de las vitolas que contiene esta preciada caja presenta rasgos propios y eminentemente peculiares, por tratarse de formatos de cigarros muy distintos entre sí. Pero, sin duda, también podemos encontrar, en la degustación de todos ellos, matices y sensaciones comunes que hacen de Casa Magna una marca francamente excepcional. Contemple su bella y bronceada capa colorado maduro, uniforme, brillante, aceitosa, atravesada por finas y elegantes venas. Embriáguese de su dulce y untuoso bouquet. Deslúmbrese con la elegancia de su noble y señorial anilla. Disfrute de sus excelentes propiedades de tiro y combustión, fruto del estricto control de calidad en su fabricación. Deléitese con sus cremosos y cafeteros sabores y sus aromas acaramelados, con sus matices añejos a madera bien ensamblada y sus notas afrutadas. Aprecie su exquisito equilibrio y constante evolución, y culmine la fumada con un final sublime y delicioso. Definitivamente… Casa Magna, un cigarro de emperadores.”

Ya conocéis, queridos lectores, mi querencia por esta marca –de la que hay abundante literatura en este humilde blog-, una de mis favoritas. Sigo estando de acuerdo con este texto. Quien lo escribió acertó. Seguro que lo hizo después de fumarse este excepcional Lancero. Y así me he sentido yo, en soledad, con mi música y mi cigarro, como un emperador paseando por su palacio imperial.

20 julio 2011

VEGAFINA by SEIJAS Edición Especial 2011

Es ya el tercer año que entra en juego en el mercado español “el Seijas”, nombre por el que se conoce al cigarro que lanza la marca anualmente con una liga especial seleccionada por Josecho Seijas, maestro ligador, director y alma mater de la fábrica dominicana Tabacalera de García, sita en “La Romana”.

El primer ejemplar que fumé, recién llegado el cigarro a España en el mes de Junio, fue después de una sabrosa comida en “La Parrilla Buenos Aires”, conocido restaurante situado en lo alto del Monte Naranco de Oviedo, desde donde -en un día claro y soleado- se puede contemplar una espectacular vista de la Vetusta ciudad, como diría el maestro Leopoldo Alas Clarín en su obra “La Regenta” en 1884.

La fragancia que desprende el pie del cigarro previo al encendido es particularmente floral y dulce, con un cierto recuerdo a miel. El envoltorio, color carmelita, ligeramente aceitoso, aunque algo deslucido y carente de brillo. Muy limpio el pre-tiro, con un sugestivo aroma que recuerda a un campo de lavanda. Primera bocanada tenue pero riquísima, muy refrescante, con toques cítricos, perfecto para esta época del año, en la que a veces el calor (aunque no era precisamente esa la meteorología que se percibía aquel día) te pide un cigarro sabroso pero con menos cuerpo que los que solemos fumar los que nos gustan las buenas pujanzas.
La primera impresión es de cierto parecido a la edición del año pasado pero no tan amargo y algo más suave, llegando como lejos a fuerza media. Perfecto tiro (tiene por lo menos cepo 54), combustión buena y ceniza gris blanquecina muy espesa.

Primer tercio tostadito y amaderado, con un retronasal muy suave y algo de especias. En el segundo tercio me encuentro con uno de los regustos herbáceos más interesantes que he fumado en mucho tiempo. Y esto me sorprendió muy gratamente, ya que no me suelo inclinar hacia este tipo de sabores tan “verdes”. La tercera parte deja paso a sabores, sin lugar a dudas, muy especiados, pero suaves, sin picores, con la misma fortaleza media que permitía desde el principio un paso de humo por la nariz francamente agradable y aromático, que deja ahora rastros de tabaco añejo muy bien curado. Muy buena evolución, final largo, muy intenso y profundo, lleno de aroma y de sabor.

En general el Vegafina by Seijas de 2011 es un cigarro muy bien balanceado, que me ha gustado más cada vez que lo he fumado. Para mí un 8. Creo que un par de añitos en el humidor puede hacer de él algo espectacular. Seguro que entonces podré ponerle un 9. La pena es que venga sólo una vez al año y duren tan solo unos meses. Pero ciertamente es lo que hace de esta edición algo muy esperado por algunos. Desde luego si sigue así, lo será por muchos más. Enhorabuena Josecho.

09 julio 2011

PLASENCIA Reserva Orgánica

La familia Plasencia es una de las mayores productoras de cigarros del sector tabaquero mundial. El patriarca de la familia, Néstor Plasencia, cubano de ascendencia canaria, sufrió no pocas dificultades hasta ser considerado uno de los grandes de la hoja. En 1963 le fueron expropiadas las tierras que su familia poseía en Vuelta Abajo (Cuba) y partió hacia Nicaragua; en 1979 se vio obligado a huir de la guerrilla sandinista y emplazarse en el país vecino, Honduras, para posteriormente regresar a Nicaragua. Hoy en día la familia Plasencia manufactura cigarros para más de treinta marcas en el mercado mundial, la mayoría de ellas Premium -entre ellas mi querida Casa Magna-, a la vez que provee de hoja a las grandes compañías de cigarros.

La familia Plasencia se siente muy orgullosa de presentar en España el primer cigarro que lleva su propio nombre, un proyecto personal, iniciado en el año 1999, de Néstor Andrés Plasencia, que además de haber crecido entre plantas de tabaco, pilones y chavetas, cursó estudios de ingeniería agrónoma. Se trata de un producto único en el mundo, el primer cigarro compuesto de hojas de tabaco 100% orgánico, certificado por la Asociación Americana de Cultivo Ecológico.

Los métodos utilizados en el cultivo del Plasencia Reserva Orgánica son precolombinos, libres de productos químicos y artificiales. Los fertilizantes utilizados son naturales, formados a base de humus de lombriz y el control de plagas se realiza también con métodos naturales: palitos de ajo clavados en las vegas para repeler insectos, un hongo parásito benigno que libera a la planta de las larvas, además de cosecheros que vigilan permanentemente los campos para detectar y eliminar posibles plagas de manera manual.

El tabaco que compone la liga de Plasencia Reserva Orgánica se cultiva en dos pequeñas fincas de Nicaragua donde los suelos son oscuros, ricos y vírgenes: Estelí y Jalapa. Después de la cosecha, las hojas son cuidadosamente curadas y sometidas a un tiempo de fermentación extra, y posteriormente añejadas durante un mínimo de cinco años para proporcionar un rico y complejo sabor.

En cuanto a la nota de cata podemos hablar de un aroma en frío tenue y ligeramente frutal, fortaleza de suave a media, un primer tercio singularmente cremoso y dulzón, con gran personalidad, una segunda parte más cafetera, con presencia de madera, tostados y puntas dulces, y un final muy largo, con permanentes recuerdos a café y especias.

Este no es un cigarro más. Es un cigarro que trata de revivir el sabor del pasado, fruto de un arduo trabajo en el que se conjuga la historia, la naturaleza y el respeto por el medio ambiente. Un cigarro cuyos ingredientes son únicamente el sol, el viento, la tierra y el agua. Un tabaco para ser disfrutado como en los orígenes, de la misma forma que hicieron siglos atrás los indios tainos, posteriormente los propios descubridores y como se conoció por primera vez cuando llegó a Europa.

La marca desembarca en España con tres diferentes formatos: un Robusto de 120 mm. con cepo 52 a 8,20€; un Corona largo de 160 mm. con anillo 44 a 8,30€; y un espectacular Pirámide de 160 mm. y 52 de cepo a 9,95€. Al padre de la criatura (me refiero a Néstor Andrés Plasencia, junto al que estoy en la foto) le encantan los Robustos.

La semana que disfruté con él en España, haciendo gira para presentar la marca, siempre que podía encendía uno. Pero como esto es algo muy personal, mi debilidad se inclina hacia el Pirámide. Formidable. Y el Corona largo, al tener un cepo más pequeño proporciona un mayor impacto de sabor. Perfecto para un cigarro de mañana, media tarde o aperitivo con unos vinos y unas viandas a base de cecina de León, queso y jamón ibérico con las que nos agasajó nuestro buen amigo Jesús Martín en su pequeña bodega, antes de degustar una inolvidable cena entre amigos, estanqueros y las enseñanzas de un tabaquero joven en edad, pero con la experiencia y tablas que le da ser hijo de su padre: Don Néstor Plasencia. Su nombre lo dice todo en el sector del tabaco.

* Artículo publicado en la Revista "La Boutique del Fumador" de Julio 2011 del Club de Fumadores por la Tolerancia

26 junio 2011

VEGAFINA SUMUM Edición Especial 2010

Recién llegado de un cansado viaje en coche, después de almorzar ligeramente y reposar el tiempo suficiente como para quedarse transpuesto -como se suele decir cuando se quiere denotar que uno ha descansado lo suficiente pero sin llegar a la desconexión total-, y con la calorina que está cayendo por todo el mapa de la geografía española, se me antoja degustar un cigarro suave e incluso, refrescante, para acompañar un rato de relax en la piscina (a la sombra, por supuesto). Me acordé de un cigarro que ya probé hace apenas un mes y medio, en una tarde calurosa de esta pasada primavera, en una de las muchas terrazas que adornan nuestras calles y que tan inestimable servicio nos prestan a todos los fumadores, y más aún a los que degustamos cigarros puros, ya que esta nuestra afición no se conforma con un par de minutos en cualquier sitio al aire libre, sino que requiere de un buen rato, en un agradable lugar que acompase el ritmo de nuestro deleite.

Volver a ver el tubo plateado con letras negras -presentación moderna que a algunos ha gustado por su originalidad, y a otros nada en absoluto- en el que va enfundado el Robusto en cuestión me terminó de convencer. Quizá el color, absolutamente inusual para un estuche en tubo de un cigarro, sugiere querer dejar escapar una especie de brisa que apacigüe el recalentamiento estival.

Desenfundado, el cigarro muestra una capa no muy brillante pero sí aceitosa al tacto, de aspecto algo rústico, no tanto por un tono colorado tirando a maduro algo irregular, sino sobre todo, por un desafortunado pliegue o solapamiento que tiene casi a la altura de la cabeza del mismo. Pero esas cosas pueden pasar y además no suelen afectar a la fumada. El aroma en el pie del cigarro antes de encender es fascinante, delicado pero muy rico, con recuerdos a miel, mismo aroma que se siente al succionar antes de encenderlo, mezclado entonces con algo de cedro, aroma probablemente aportado por la lámina de dicha madera, que lo envuelve dentro del tubo.

Inicia muy suave, con sabor herbáceo y poca persistencia en boca. Tiro y combustión excelentes y ceniza blanca, compacta y duradera. Un deje dulzón comienza a querer sobresalir sin conseguirlo del todo, siendo cercenado en sus aspiraciones por un regusto amargo más potente en el paladar. El segundo tercio es más aromático, con toques de pimienta negra sobre una base de fortaleza contenida, lo que permite disfrutar de un paso de humo por nariz francamente gracioso y muy agradable. El tercer tercio incrementa, tanto la  fortaleza hasta dejarla en media, como el sabor del puro, con los especiados de antes siempre presentes pero aportando ahora sabores tostados francamente interesantes.

El Vegafina Sumum de este año 2011 -cuando sale a la venta, aunque en el tubo pone 2010- es un cigarro muy correcto, huelga decir que con más intensidad que la línea clásica de la marca, con sabores suaves y amables, pero carente de evolución y profundidad. Un 6. No obstante, cumplió su función en una tórrida tarde de este incipiente y caluroso verano español.

25 abril 2011

QUESADA Edición España

Tras el rotundo éxito cosechado en nuestro país por la marca Casa Magna, soberbia creación del “master blender” Manuel Quesada, elaborada por Néstor Plasencia en Nicaragua y premiado como el mejor cigarro del año 2008 por la prestigiosa revista CigarAficionado, desembarcoa en España la marca Quesada, firma propia de la familia Quesada.

La marca Quesada se elabora en la fábrica que la familia de mismo nombre posee en Santiago de los Caballeros, en República Dominicana, y en la que ha intervenido directamente la “Q-5”, término que suele utilizar el patriarca Manuel Quesada para referirse a la quinta generación de una familia que cuenta con cien años de tradición en la industria del tabaco a sus espaldas.

Los Quesada nos sorprenden por su excepcional calidad, por un precio muy competitivo en el segmento premium de alta regalía y por los excepcionales controles de calidad utilizados en los procesos de elaboración de sus productos, todo ello con la garantía de manufactura avalada por marcas de gran éxito en otros mercados, tales como Fonseca, Cubita, Licenciados, Casa Blanca, Royal Dominicana, La Primera, etc.
Digno de destacar es la original liga que posee el cigarro, que lo diferencia de otras marcas de similar procedencia. La tripa es combinación de tres tipos de tabaco: semilla Habano Criollo 98 de Nicaragua, que le aporta fortaleza y sabor;  Conneticut Broadleaf (de sol), que le da un toque singularmente aromático y cremoso; y Habano Vuelta Arriba crecido en Navarrete (República Dominicana). El capote es también Habano Criollo 98 cultivado en La Canela (República Dominicana) y la capa proviene de semilla Arapiraca de Brasil crecida en Ecuador, lo que contribuye a darle un toque dulzón a la fumada. Todas las hojas que componen este cigarro han sido añejadas durante cuatro años, tiempo mínimo necesario que considera el tabaquero Manuel Quesada para ofrecer una fumada equilibrada, sabrosa y redonda.

En cuanto a la nota de cata podemos hablar de un aroma en frío amaderado, fortaleza media, un primer tercio cremoso y dulzón, una segunda parte más terrosa y con notas de madera y un final muy aromático y especiado.

El cigarro está ya a la venta en tres diferentes formatos: un Robusto de 126 mm. con cepo 52 a 5,90€; un Short Robusto de 101 mm. con también anillo 52 a 4,95€; y un tradicional Corona de 140 mm. y  42 de cepo a 4,85€. De los tres formatos disponibles, mi gusto personal se inclina por el Corona, aunque en los úlimos tiempos estén más de moda los cepos robustos. Condensa los sabores en un cañón más reducido consiguiendo que el resultado de la fumada sea muy sabrosa, cremosa e impactante.

He tenido la fortuna de acompañar al tabaquero Manuel Quesada en su gira por España para presentar su nueva marca. Hemos estado en Granada, en Antequera (Málaga), en el bello paraje en el que se enclava el Antiguo Convento de la Magdalena; en Badajoz -con nuestro estanquero amigo Jerónimo y sus clientes-, en Mérida, Cáceres -en un agradable almuerzo organizado por el estanquero cacereño Javier-, en Toledo -en el espectacular Cigarral de Caravantes, restaurante mesón con el que nos sorprendió el gran Pedro Pablo; en Madrid -con treinta estanqueros-, en Barcelona -con otros treinta-, en Palafrugell (Gerona) en el club de Joan... Todo un lujo, un placer y un privilegio.

* Artículo publicado en la Revista "La Boutique del Fumador" de Mayo 2011 del Club de Fumadores por la Tolerancia

25 marzo 2011

PARTAGAS SERIE D nº3 Edición Limitada 2006

Nos reunimos en un día desapacible de febrero -de esos en los que únicamente apetece quedarse en casa con la chimenea encendida y una manta para no destemplarse- Jesús Fernández Montes, propietario de una gran cava de puros en Pozuelo de Alarcón, Tomás Gadella, estanquero mostoleño de pro y mejor amigo, Jesús Martín, también estanquero pero en este caso boadillense, de cuyas virtudes como profesional y persona ya os hablé en alguna cata anterior, y quien estas humildes líneas firma.

Después de degustar un apetecible y sabroso cocido madrileño que nos vino muy bien para entrar en calor, en Casa Patro, una pequeña casa de comidas de Boadilla del Monte, familiar y acogedora, recomendada por nuestro estanquero anfitrión, nos trasladamos a una estancia que nos proporcionó cobijo para exhalar nuestras volutas de humo durante las aproximadamente dos horas que estuvimos charlando entre amigos, intercambiando anécdotas, opiniones y, por qué no decirlo, severas críticas hacia la injusta ley antitabaco recientemente aprobada en nuestro casi irreconocible país, de la que en otro artículo, con más tiempo, daré detallada cuenta y diatribas.

El cigarro catado fue una Edición Limitada del año 2006 (es decir, con ya casi cinco años de añejamiento extra en cava) de la serie D nº3 de Partagás, de buen aspecto, envoltura gruesa color maduro ligeramente aceitosa, característica que se echa de menos en estos tiempos en muchas vitolas de procedencia cubana. Combinamos la fumada con un soberbio ron recién lanzado por la marca Plantation, obsequio de nuestro anfitrión, siempre a la última en licores premium, el Extra Old de Barbados, un ron de excepcionales aromas cítricos con final a jarabe dulzón.

El inicio del cigarro estuvo rebosante de madera, profundo, añejo, un aroma que me recordaba a la entrada en la antigua casa que un matrimonio amigo posee en un recóndito pueblo de la provincia de Segovia, en medio del campo y lleno de vigas de madera en el techo. Los sabores inicialmente eran profundos a buen tabaco, algo cremosos aunque con un deje amargo al final. La fortaleza se mantuvo contenida durante toda la fumada. Ya consumido el primer tercio, coincidimos los cuatro en el carácter algo plano del cigarro, muy cerrado en ese sabor tan maderoso, cuyo amargor se fue incrementando cada vez más, lo que le restó desarrollo y profundidad. El tiro del cigarro fue regular, similar a la combustión, y la ceniza de color gris muy tristón.

Nuestra admiración se centró entonces en el perfecto equilibrio entre alcohol y aroma que nos deparó nuestro jugo de caña, de color miel y lágrima densa equiparable a la de un buen coñac francés, que evocó a Jesús Fernández Montes la película “La Isla del Tesoro” de Stevenson.

Ciertamente, un cigarro elaborado con buen tabaco pero carente de evolución y matices fuera de la madera. En resumen, lo que iniciamos como una cata de un puro acompañado de un licor culminó como una degustación de un formidable y novedoso ron asistido de un cigarro que se consumió sin pena ni gloria. Quedamos emplazados, los mismos comensales, para catar el Montecristo Sublimes en menos de un mes, y desquitarnos de una fumada en la que el tabaco quedó superado por el bendito Plantation de Barbados Extra Old.

23 diciembre 2010

KRISTOFF Short Robusto

Acabamos de finalizar una agradable y completa cata con maridaje de whisky-nueces de macadamiza caramelizadas-foie-quesos-cigarro puro-whiskey (en este orden) en uno de los clubes de puros más conocidos de nuestro país, cuando me sorprende de nuevo mi querido amigo Adolfo Otaola, alma mater de la importadora y comercializadora de puros De Los Reyes Cigars S.L., con una nueva vitola recién llegada a España. Y tan recién llegada que los primeros pedidos se habían encargado esa misma tarde. Obsequiado por el malagueño de apellido “pacharanesco” con dos ejemplares para mi examen, me propuse hacer el mismo en los primeros días de las fiestas que se nos avecinaban. Y así lo hice, a pesar de que publique dicho trabajo ahora, ya que las reuniones familiares y demás actividades que uno aprovecha para hacer con su esposa e hijos (y abuelos y tíos y primos y amigos…) durante estos días me ha impedido darle debida forma con mayor prontitud.

Kristoff es una marca dominicana de cigarros Premium presente en España ya desde hace un par de años bajo dos vitolas, Robusto y Torpedo, a las que se une la que hoy nos ocupa, un Short Robusto. La presentación es francamente original y elegante, en una caja de cedro barnizada en color negro, con una cama de hojas sueltas de tabaco sobre la que reposan, esperando ser tomados por las expertas manos de un aficionado capaz de valorar lo que se dispone a degustar, los cigarros con el pie abierto sin guillotinar “as usual”, por el que sobresalen las hojas de tabaco de la tripa, mientras que la cabeza está rematada en rabo de cochino (en el Robusto y el Short idem). La composición del cigarro es la siguiente: capa Havana Criollo Nicaragua, capote Criollo Dominicana Olor y tripa Piloto Cubano de Nicaragua y Dominicana Olor.

El peso del nuevo Short Robusto es considerable a tenor de su corta longitud, lo cual habla bien de la cantidad de su relleno, confirmado por su tacto compacto y suficiente esponjosidad. La capa es de un atractivo color marrón castaño, muy aceitosa, y con un sugestivo aroma a cuero y madera antes de darle candela. La anilla, en un tono marrón degradado respecto de la capa, muy sencilla pero elegante, con la inscripción de “Kristoff Elite Cuban Taste” en un color algo más intenso con efecto borroso.

Los inicios son cremosos y con evidente presencia de madera en el sabor, aunque con un postgusto muy amargo en el paladar. El tiro es perfecto: con nada de esfuerzo conseguimos llenar la boca del suficiente humo para poder degustar el cigarro sin problemas. Desaparece enseguida esa sensación tan amarga del comienzo para dejar paso a notas más melosas y dulces pero con un permanente recuerdo a cuero. Posteriormente dominan, durante un rato, los gustos tostados y almendrados, que maridan perfectamente con un típico polvorón de estas épocas navideñas. La combustión fue algo irregular pero correcta en general, sin necesidad de corregir en exceso la quemadura. La ceniza es gris blanquecina y de gran permanencia antes de caer. Aparecen también toques especiados de pimienta y nuez moscada, para finalizar con algo más de intensidad y pujanza en sabores tostados y cafeteros. Un 8.

Un cigarro con personalidad, con nombre muy parecido a Aquel de quien celebramos su nacimiento hace ya 2011 años. Frente al precioso nacimiento que monta mi padre en su terraza cada Navidad, escuchando clásicos navideños interpretados por monstruos de la voz como el inimitable Frank Sinatra, Bing Crosby o Nat King Cole, sólo puedo deciros otra cosa más: Feliz y Santa Navidad.