12 julio 2012

HOYO DE MONTERREY Edición Limitada 2011


Lo tenía en mi humidor desde que llegaron las primeras cajas a España. Fue obsequio de uno de esos queridos estanqueros con los que de vez en cuando comparto un café y una fumada. Y hoy, después de comer, en la bendita portalina de la casa de campo del pueblo leonés donde estoy descansando unos días con la familia, me he decidido a "quemarlo".

Lo primero que me sorprende muy gratamente es la capa: muy bien torcida, cuidada y con un color bastante más oscuro que las capas que suelen exhibir la mayoría de los habanos. Se trata de una pequeña pirámide que no pasará de un 48 de cepo siendo generosos.

Muy amable en sabores desde el comienzo, fortaleza suave, nada cargante en paladar, sino que por lo contrario lo deja muy limpio después de exhalar el humo, de sabor muy fresco, con un toque dulzón y evidencias de una muy buena fermentación, ya que no hay rastros químicos en él. Toques apimentados y cuero a partir de la mitad. Combustión y tiros excelentes, lo que es muy de agradecer, ya que no suele ser una de las virtudes de los cigarros habanos.

En mi opinión un muy buen cigarro, que si bien es verdad que no es el summun de la explosión de sabores, sí me parece una labor muy cuidada y ciertamente interesante. El problema es que el precio... sigue siendo elevado para los tiempos que corren y máxime aún ahora que podemos encontrar marcas excelentes en casas dominicanas o nicaragüenses. Pero obviando eso y valorando el cigarro en concreto, una gran fumada.

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